Hola, donde estoy? Quien soy? Que me pasa? Que es esta presión que sucumbe fuertemente mi pecho? Que son esas lágrimas que mojan mi mejilla sin parar? Porque me miro en el espejo y me devuelve un rostro desconocido? Porque tantas preguntas? Porque estoy mareada? Atontada? Preocupada? Porque llorar no me alcanza hace días? Porque la vida sigue y yo estoy parada sin rumbo? Porque me duelen los ojos, la piel, las extremidades, el alma? Me pierdo. Me pierdo a mi misma. Me desconozco. Me olvido de aquella: que tiene vida, respira, camina, estudia, finge, ríe. Quien es? Aquella sombra que me persigue? Que me grita y me dice: Ey dejá de olvidarme! Sos vos, no él, no ella, la otra! Quién es ese reflejo en los charcos pisoteados de la ciudad? Quién es? La que arma un personaje y se pinta aquel enmascaramiento. Si yo estoy, si yo pienso, si yo tengo todo escrito, si yo tengo un destino marcado? Eijo perderme yo? Me obliga mi cabeza? Me obliga aquel extraño que palpita en mi conciencia? No entiendo, no entiendo nada y entiendo todo. Me pierdo de nuevo, ahi voy. Preferible no responderme, preferible seguir como una máquina sincronizada. Preferible solo llenar aquel espacio seco, pálido con sentido, con saber que hay que seguir. Que no importa el rumbo, que todo pasa, que esto es un sinfín insconciente, incesante pero propio. Porque soy yo . Soy Lucía.